El mes de junio finaliza con 71.095 cotizantes más de media y un descenso del desempleo en 46.783 personas. Se registran mejoras generalizadas de la afiliación en todos los territorios y sectores de actividad en un mes en el que tradicionalmente las actividades vinculadas al turismo tiran de la economía y el empleo. El sector de educación se resiente coincidiendo con el final del curso escolar.
Se alcanza un nuevo récord de afiliación a la Seguridad Social, con cerca de 21,4 millones de personas afiliadas en media mensual de junio, donde las mujeres superan los 10,1 millones de afiliadas, lo que supone el 47,28% del conjunto de los trabajadores, con un crecimiento por encima de la media al igual que ocurre con el empleo juvenil.
Igualmente, crecen los autónomos en más de 9.200 en junio, destacando las actividades profesionales científicas y técnicas, con un incremento en los últimos 12 meses en 11.989 personas, frente a la caída del comercio en 7.813 personas respecto al mismo mes de 2023. Así, el régimen de autónomos se acerca a los 3,4 millones, la cifra más alta de la serie desde julio de 2008.
En desempleo son destacables los descensos en el sector servicios, seguido a distancia por los producidos en industria, construcción y agricultura, y también en el colectivo sin empleo anterior, alcanzando a todos los territorios y franjas de edades. Se sitúa en más de 2,5 millones de personas, la cifra más baja desde agosto de 2008, marcando los niveles más bajos de paro juvenil y femenino desde ese año.
Pese a lo alentador de los datos, nos movemos aún en cifras elevadas de desempleo, con un evidente carácter estructural, y reforzar la eficacia de las políticas activas de empleo resulta prioritario y, en especial, la formación permanente que será más relevante si cabe con la transformación digital y ecológica y la carencia de profesionales en diferentes sectores, para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras del mercado de trabajo.
En cuanto a las condiciones laborales, la temporalidad se mantiene en niveles significativamente bajos, con especial descenso en las mujeres y claramente en los jóvenes, situándonos en el entorno de los 14 millones de ocupados con contratos indefinidos, de los que más de 9,6 lo son a tiempo completo.
Pese a la resiliencia y fortaleza de nuestro mercado laboral y el esfuerzo y compromiso de las empresas con la economía y el empleo, nuestro tejido productivo, especialmente las pymes y micropymes, que componen la inmensa mayoría de nuestro tejido empresarial, está fuertemente afectado por el incremento de los costes, el exceso de burocracia y la incertidumbre derivada de los continuos anuncios sobre cambios normativos. De hecho, la gran empresa está compensando la caída de trabajadores en las microempresas, donde el peso del empleo sobre el total ha descendido del 21,6% en 2019 al 18,7% en mayo de 2024.
En este contexto la predictibilidad es esencial para estimular la inversión y avanzar en la senda del crecimiento y la creación de empleo, los únicos que pueden garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de protección social.
Fuente: CEOE