El Ministerio de Trabajo ha presentado una nueva propuesta sobre el Estatuto del Becario para acercar posiciones con la patronal y también con las universidades, que mantienen una posición muy crítica con el proyecto. Una de las peticiones de la CEOE es flexibilizar la realización de las prácticas extracurriculares, y en este sentido, el nuevo texto ofrece una prórroga de tres años para mantenerlas. “Las prácticas extracurriculares podrán aplicarse durante un periodo de tres años desde la entrada en vigor de la presente norma, siempre que se cumplan todos los requisitos establecidos en esta, y sólo hasta un máximo de 36 créditos por curso académico”..
Los 36 créditos se traducen en 900 horas de prácticas, lo que supone la mitad de la jornada laboral media, que se calcula en unas 1.800 horas al año.
Es un redactado más generoso que el planteamiento anterior, en el que se mencionaba una prórroga también de tres años pero solo para las titulaciones en las que no hubiera previsto la realización de prácticas curriculares. En caso contrario, la prolongación quedaba reducida a un año. Las prácticas extracurriculares son las que no forman parte del plan de estudios y que se realizan a título voluntario.
En la propuesta también se indica que durante el periodo transitorio de tres años, el Ministerio de Universidades evaluará si se cumplen estas disposiciones.
Se excluyen del Estatuto las prácticas que se realicen en el extranjero
Otra modificación es que se especifica que las prácticas que se desarrollen parcial o totalmente en el extranjero no entrarán dentro de los parámetros de este Estatuto de las Personas en Formación Práctica en el Ámbito de la Empresa, que es la denominación oficial de la norma.
En el resto de puntos, se mantiene básicamente el redactado anterior, que incluye que los becarios no puedan trabajar ni de noche ni por turnos, y que la empresa tenga que compensar los gastos de transporte, alojamiento y manutención. Además, se fija un límite al número de becarios según la plantilla de la empresa.
Para ser precisos, no podrán superar el 20% del total de trabajadores, aunque cualquier empresa podrá tener dos becarios, independientemente de su número de empleados. También se especifica el número de tutores para coordinar la tarea de los becarios, y participar en su formación y evolución. Cada tutor tendrá un máximo de cinco personas en formación práctica, número que se reduce a tres en las empresas con menos de 30 trabajadores.
Además, en el posterior trámite parlamentario es previsible que algunos grupos parlamentarios, como ERC y PNV, sean muy activos para introducir cambios en el texto. En el caso de ERC, sería haciéndose eco de las reivindicaciones de las universidades catalanas.
Fuente: La Vanguardia.