Los ministros de Educación han destacado en su Declaración final el papel central de la política educativa en la recuperación tras la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19.

"Nosotros, ministros de Educación de los miembros del G20 y países invitados, nos hemos reunido (…) para reafirmar el papel fundamental de la educación para un crecimiento económico inclusivo, para la equidad, la igualdad, la inclusión social y el bienestar. Reconocemos la importancia de situar la educación en el centro de la agenda política como parte de la recuperación respecto a la actual crisis global para una mejor reconstrucción y con más resiliencia de cara al futuro", señala el primer punto de la Declaración de ministros de Educación del G20, aprobada al finalizar la reunión.

Los ministros subrayan también en su Declaración la importancia de avanzar en la promoción del aprendizaje a lo largo de la vida; impulsar una educación equitativa y de calidad; el papel de la educación para el desarrollo sostenible o el potencial transformador de la digitalización. El documento incide en la necesidad de cubrir la brecha digital y apunta "al papel único de la escuela" para garantizar la presencialidad y el bienestar de alumnos y alumnas.

Por último, reafirma "la importancia de coordinar las políticas educativas y laborales para facilitar la transición de los jóvenes de la escuela al trabajo".

Precisamente para destacar la importancia de la conexión entre la educación y el mundo laboral, la presidencia italiana del G20 ha organizado, además de la reunión de Educación, otra conjunta con Trabajo.

La política defendida por el G20 entronca con la transformación impulsada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional desde 2018 y que quedará consolidada en la Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, cuyo texto ha sido ya presentado en Consejo de Ministros por Isabel Celaá. El texto diseña un sistema único dirigido tanto a estudiantes como a trabajadores, refuerza el vínculo con el entorno laboral, impulsa la acreditación de competencias y organiza una oferta formativa modular y flexible. Su objetivo es garantizar el aprendizaje a lo largo de la vida y mejorar las perspectivas de empleo de la ciudadanía.

Así lo ha recordado la ministra de Educación y Formación Profesional durante su intervención, en la que ha situado también la lucha contra las desigualdades y contra la segregación escolar en el centro de las estrategias de recuperación tras la crisis. En este sentido, ha insistido en la necesidad de seguir invirtiendo en educación y de hacerlo de forma eficiente. "No hay educación de calidad sin equidad", ha reafirmado la ministra.

También ha destacado el esfuerzo realizado en España para mantener la escuela abierta a pesar de la pandemia: las medidas higiénico-sanitarias y organizativas han permitido mantener las aulas abiertas durante este curso académico, lo que ha supuesto un gran éxito para el aprendizaje de los alumnos y alumnas y para su bienestar.

Por último, Celaá ha explicado el avance que supondrá la Ley de Educación aprobada el pasado mes de diciembre en la promoción de la equidad, ya que es la primera ley educativa que pone el problema de la segregación escolar encima de la mesa. Asimismo, ha explicado el impulso dado a la digitalización, para personalizar el aprendizaje y reducir el abandono escolar temprano.

Coordinación de la política educativa y laboral

Por otra parte, la declaración conjunta de Educación y Trabajo reafirma "la importancia de coordinar la política educativa, laboral y social" y de "promocionar la adquisición de conocimiento, de competencias y actitudes que faciliten la transición de la escuela al trabajo y ayuden a adecuar la oferta con la demanda de habilidades".

Los países participantes también se comprometen a combatir los efectos negativos de la pandemia en las perspectivas laborales de los jóvenes. "Facilitar una entrada fluida y exitosa de los jóvenes al mercado laboral en estos tiempos de crisis es crucial para la plena recuperación y resiliencia de nuestras economías", indica el texto.

El G20 es un foro internacional fundado en 1999 e integrado por 19 países industrializados y emergentes de todos los continentes, además de la Unión Europea. España participa como invitado permanente en la organización.