La cuarta jornada del Wake Up, Spain! que se ha celebrado en la Casa América de Madrid ha oscilado en torno a la Educación y el empleo del futuro. Y sobre estos dos ejes los asistentes han podido extraer valiosas conclusiones. Entre ellas, que la perspectiva de género ha llegado al currículum educativo para quedarse, y que la formación a edades tempranas juega un papel fundamental en la empleabilidad.

La primera de estas conclusiones ha podido extraerse de la primera intervención de este jueves. La de la ministra de Educación, Pilar Alegría, que ha defendido -pese a las críticas que suscita el nuevo decreto para la ESO- la pertinencia de la perspectiva de género en asignaturas como Matemáticas para "incentivar la atención de las niñas hacia las tecnologías". "La brecha de género es cada vez más real", ha reiterado Alegría.

Con cifras en la mano, la titular de Educación ha lamentado las críticas hacia el nuevo paradigma educativa porque "solo 10 de cada 100 estudiantes de ciclos medios de informática son mujeres". Una situación que, ha asegurado, se repite en los grados universitarios donde, en las dos últimas décadas, se observa un "retroceso relevante" en la proporción de mujeres en áreas como las ingenierías y las matemáticas.

No se ha manifestado, eso sí, sobre otra de las decisiones más criticadas de su Departamento, que es la supresión de la Filosofía en la Educación Secundaria Obligatoria. La ciencia del saber tendrá que esperar para que le sea aplicada la perspectiva de género. Siempre y cuando la próxima ley educativa no la suprima...

Con respecto a la segunda conclusión que cabe extraer de esta jornada, que ha imbricado Educación y empleo -si es que pueden no ir imbricadas-, una mesa redonda de expertos ha reivindicado la importancia de la familia y de la formación a edades tempranas... Para paliar la "brecha de género" que comentaba la ministra.

Pero vayamos por partes. En primer lugar, desde la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) creen que "hay una catástrofe generacional, una generación que va a tener menos y peores oportunidades de empleo porque han tenido pérdida de aprendizajes" como consecuencia de la pandemia.

En consecuencia, su secretario general, Mariano Jabonero, ha reivindicado que "es necesario identificar y evaluar los aprendizajes perdidos, qué ha ocurrido en cada caso concreto y a partir de ahí, diseñar un programa de recuperación de aprendizajes". Y ha aportado un dato preocupante: "El 80% de los egresados no tiene competencias para lo que necesitan las empresas".

Formación completa

Otra cuestión sobre la que han incidido muchos de los ponentes en la necesidad de una formación completa del individuo en la Educación, y no sólo competencial. Hotensia Roig, presidenta de EDEM, abrió el debate al afirmar que más allá de las competencias digitales, no hay que olvidar "que hay que formar al ser humano completo".

En esto han estado de acuerdo Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas y director del Microsoft Máster en Políticas y Gobernanza de los Sistemas Educativos de la Universidad Camilo José Cela y José María González-Irún Velasco, director general zona norte de Cesur.

"Con una visión prospectiva, desde finales del pasado siglo ha habido un movimiento en el sentido de orientar la educación para incrementar el nivel de competencia intelectual que comporta la transformación digital. La orientación hacia los STEM aumenta el nivel de los currículums. Pero, por otra parte, con el paso de los años, "las habilidades no cognitivas como la resiliencia, el sentido del esfuerzo, la perseverancia han ganado peso", han explicado.

"La formación en valores", ha añadido Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU. En su opinión, "hay que enseñar la tolerancia con la frustración y, sobre todo, vetear todas las titulaciones con competencias digitales porque éstas son esenciales".

Pero volviendo al hilo de lo planteado por la ministra de Educación, Pilar Alegría, los expertos coincidieron en que la brecha de género es uno de los grandes problemas a abordar. Pero aportaron soluciones. "Hay que trabajar mucho con las familias. El rendimiento a los 15 años es similar, pero de los 15 a los 20 se produce una horquilla descomunal. Hay que trabajarla", ha expuesto Jabonero.

"Igual que se han conseguido hitos y hemos conseguido la igualdad real en otros ámbitos, en cuanto a la brecha de género en STEM también lo podemos conseguir. ¿Cómo? Desde etapas tempranas de la formación. Tenemos que ayudar a que las chicas se sientan atraídas. Y desde el ámbito familiar, trabajar con los padres y madres, haciendo ver que ese camino también puede ser interesante", ha resumido José María González-Irún Velasco (CESUR).

Este jueves, en la última jornada matinal del Wake Up, Spain! los asistentes han podido extraer varias conclusiones. La primera, fundamental, que la Educación y el empleo van de la mano.