La Fundación para la Calidad e Innovación de la Formación y el Empleo (Fundación CIFE) ha pedido al Gobierno que tenga en cuenta a las empresas de Formación Profesional para impulsar la FP en España.

A juicio de la institución que preside Valeriano Gómez, las empresas van a tener que formar en las competencias que marca el Plan de Recuperación del Gobierno al contar con las infraestructuras y recursos humanos necesarios y, sobre todo, porque atesoran una "experiencia demostrada desde hace años", cumpliendo los planes de formación que tanto las autoridades como los agentes sociales han marcado para la FP.

Fundación CIFE considera que se necesitan recursos económicos y un "conocimiento profundo de la FP", pero ambas cosas ya "existen", gracias a los Fondos Next Generation de la UE y al tejido que componen las empresas dedicadas a la FP reglada y para el empleo.

"Tenemos un ambicioso plan de formación que va a alcanzar a buena parte de la población activa, tenemos recursos económicos que sustentan el plan, y finalmente tenemos a la red de empresas de formación profesionales que pueden ejecutar el mismo, sólo necesitamos que las autoridades encargadas de poner en marcha los programas de ayudas entiendan que para que tengamos éxito hay que concertar el plan con las empresas de formación profesional, que son las aliadas naturales para garantizar una perfecta ejecución", señala la entidad.

Tal y como subraya la fundación, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno otorga a la formación "un papel muy importante" que debe ayudar a consolidar de forma transversal la recuperación y transformación del modelo económico y social del país después de la pandemia. La Unión Europea ha concedido a España, en ayudas directas, 70.000 millones de euros a través de los Fondos Next Generation, de los que más del 12% van destinados a financiar de forma directa formación.

La Formación Profesional tiene su propio componente dentro de los fondos, el número 20, denominado Plan Estratégico de Impulso de la Formación Profesional, que debe ayudar a transformar y modernizar el sistema de FP para contribuir a mejorar la empleabilidad y la movilidad laboral de los trabajadores y, por extensión, aumentar la productividad y la competitividad. El fondo para este objetivo es de más de 2.000 millones de euros, recuerda la entidad.

El reparto de los fondos europeos se va a vehiculizar a través de los Ministerios de Trabajo y Economía Social, y de Educación y Formación profesional, que deberán poner en marcha los programas de ayuda o convocatorias necesarias para que, o bien directamente o bien a través de las comunidades autónomas, estas cuantías puedan impulsar de aquí a 2025 la formación que necesita el país para ser más digital, productivo y sostenible, concluye la entidad.