Este año se cumple una década de la puesta en marcha de la Formación Profesional Dual, un modelo educativo híbrido que reporta ventajas a empresas y estudiantes y por el que cada día apuestan más compañías.
La Formación Profesional Dual en España cumple 10 años de vida, una década que ha sido suficiente para demostrar las ventajas que supone este modelo de FP, que combina formación en el centro educativo con prácticas. Del total de horas que contempla un ciclo formativo, al menos el 33% se deben realizar en una empresa. Esto supone importantes ventajas para ambas partes: el estudiante tiene su primer contacto con el mundo laboral y aprende una profesión de primera mano y la compañía forma talento adecuándolo a los perfiles profesionales que necesita.
Otro de los puntos destacados de la FP Dual es la orientación que reciben los estudiantes de la mano de los tutores, que son los responsables del alumno en prácticas y quienes les proponen el mejor plan para alcanzar las competencias establecidas en el título académico y la formación práctica en el puesto. Piedad Curiel es tutora en el Technology Lab de Repsol desde el 2016 y explica que es toda una responsabilidad, pero también una experiencia muy gratificante. “La FP Dual es una oportunidad fantástica para poner en práctica todo lo aprendido en el instituto y un win-win: el alumno potencia sus habilidades y la empresa consigue el perfil que necesita”, asegura.
Los tutores suelen ser profesionales con experiencia, vocación pedagógica y que encarnan los valores de la compañía. En coordinación con el centro educativo, realizan el plan de formación del aprendiz, así como el seguimiento durante el curso y su evaluación final.
De esta manera, el modelo educativo contribuye a solucionar dos aspectos que pueden ser clave a la hora del abandono formativo: la falta de orientación profesional y la desmotivación. “Muchos jóvenes reciben mensajes bastante apocalípticos como que, aunque tengan dos carreras y dos idiomas, no van a encontrar empleo. En FP Dual los alumnos aprenden de otra manera, aprenden haciendo, un método que motiva a muchos jóvenes. Por eso este modelo tiene tanto éxito en otros países de Europa", afirma Salvador Lorenzo, gerente de Diversidad de Repsol.
Apuesta por la FP Dual
Precisamente, la multienergética fue una de las pioneras en la implantación de la FP Dual en España. Dos lustros después, mantiene su apuesta por esta modalidad formativa que mejora la inserción laboral de los jóvenes.
Es el caso de trabajadores como Tomás Almarcha, operador de planta de Repsol Química en el complejo industrial de Tarragona. Explica que, después de terminar la carrera de ADE y no tener buenas perspectivas laborales decidió matricularse en FP Dual, atraído sobre todo por el gran número de prácticas que implicaba en el centro de trabajo. Algo que no solo le permitió aprender mientras trabajaba, sino acabar incorporándose como empleado en ese mismo centro de trabajo.
Alta inserción laboral
La FP Dual está formada actualmente por 162 titulaciones y especialidades, combinando la enseñanza académica en el centro educativo con el aprendizaje en una empresa. En un contexto de elevado paro juvenil en comparación con el resto de Europa, la inserción laboral de la FP es muy elevada, del 70%, superior incluso a la universitaria.
Además, las previsiones indican que las profesiones del futuro –relacionadas en gran medida con la sostenibilidad– comportarán una mayor demanda de perfiles profesionales relacionados con los títulos de FP. De hecho, el Centro Europeo para el Desarrollo de la FP (CEDEFOP) considera que, en el 2025, dos tercios de los nuevos puestos de trabajo se crearán para estudiantes de grado medio o superior. Y otro tercio para los universitarios.
Entre los retos pendientes está convencer cada vez a más estudiantes para que se matriculen en esta modalidad. Un 4% del total de los alumnos de las diferentes ofertas de Formación Profesional opta por la FP Dual. En parte por el desconocimiento. Por eso, el Gobierno creó la Alianza por la FP en mayo de 2021, una iniciativa para que administraciones, empresas, centros de formación, agentes sociales y medios de comunicación sumen en el avance de este modelo educativo