España va como una moto obsoleta y gripada, a tenor de los datos del Eurostat sobre competencia en el empleo. Solo Madrid tiene un porcentaje de trabajadores en puestos altamente cualificados por encima de la media comunitaria, mientras que tres regiones muestran unos índices preocupantes.

La oficina de estadística de la Comisión define a los empleados con alta cualificación como aquellas personas que ocupan puestos directivos, profesionales y técnicos, claves para impulsar la productividad y el crecimiento del país.

En 2022, aproximadamente 80 millones de trabajadores se encontraban en esta situación en la Unión Europea, lo que representa el 44,2 % del total de ocupación. Sin embargo, las diferencias entre los distintos países son abismales.

En 53 regiones de la UE –entendidas como nuestras CC.AA.–, al menos la mitad de los empleados se consideraban altamente cualificados, registrándose mayores tasas en las capitales y centros urbanos, ya que tienden a atraer mayor competencia gracias a unas perspectivas laborales en los sectores más dinámicos y mayor oportunidades culturales y sociales. De hecho, el mayor porcentaje se encontró en Estocolmo (73,6 %), Utrecht (68,9 %), Luxemburgo (67,4 %) y la provincia belga de Brabante Valón (65,8 %). Las más bajas se concentraron en las regiones periféricas del este de Turquía.

Eurostat explica que las tasas más bajas se encuentran en las zonas rurales, así como en los antiguos centros industriales que han quedado obsoletos. Además de la mencionada Turquía, esta situación se observa en el extremo sudoriental de Europa –con diez regiones de Grecia, seis de Rumanía y cuatro de Bulgaria– así como las comunidades españolas de Extremadura (28,5 %), Castilla-La Mancha (28,4 %) y Murcia (28,1).

Solo Madrid por encima de la media

Madrid (46,5 %) se encuentra por encima de la media de la UE, pero es de las capitales con menor tasa de todo el continente. País Vasco (42,2 %), Cataluña (38,9 %) y Navarra (38,7 %) son las comunidades con mayor índice del país.

Esta estadística está muy relacionada con el problema de la sobrecualificación, aquellas personas que ocupan puestos que requieren una cualificación menor de la que tienen. España volvió a registrar en 2022 la mayor tasa (35,9 %) de todo el continente, por delante Turquía, Grecia, Chipre o Irlanda.


Fuente: Artículo de José Rosado en "El Debate".