La productividad de la economía española registró la peor evolución de los países avanzados entre 2018 y 2023. Según la comparativa de los 34 países de la OCDE, la caída de la productividad española, del 3,8% en estos cinco años, contrasta con un aumento medio en los países avanzados del 4,6%.

Pese a que las grandes economías europeas comparten la problemática de sufrir un descenso de su productividad en los últimos años, esta situación se acentúa en el caso español, registrando un decremento más acuciado que Italia (-0,2%), Francia (-0,5%) o Alemania (-1,7%), y alejándose de la senda de otras economías europeas que sí han obtenido ganancias de productividad desde 2018. Es el caso de Portugal (4,6%), Dinamarca (5,3%), Suecia (4%) o los países bálticos, que han contado con tasas cercanas o superiores al 10%.

A este respecto, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) advierte de que la empresa española arrastra un problema de productividad que, lejos de mejorar, en los últimos tiempos se está viendo agravado. La productividad de las pymes se sitúa en el mismo nivel que en 2015 y un 9,6% más baja que en 2009, después de registrar una caída interanual en el segundo trimestre de este año del -0,7%, último dato disponible. Aunque el menor tamaño de la empresa española explica buena parte de su menor productividad, las compañías están sufriendo un fuerte aumento de costes que les obligan a destinar cada vez más recursos al margen de la inversión, rúbrica fundamental para mejorar su productividad.


Fuente: Gabinete de Comunicación de CEPYME