Después de un año de negociaciones y de varios anuncios de inminencia en su aprobación, el Estatuto del Becario sigue sin ver la luz. Ni siquiera ha salido de la mesa tripartita que Trabajo, sindicatos y patronal tienen abierta para las conversaciones sobre esta ley que regulará la figura del estudiante en prácticas en el entorno profesional.
Después de haber firmado el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, tanto la vicepresidenta segunda y ministra del ramo, Yolanda Díaz, como UGT y CCOO están elevando la presión para que la patronal cierre los últimos flecos de la norma.
De hecho, el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, advirtió ayer que, de no cerrarse un pacto con los empresarios, su sindicato volvería a la postura inicial. «Si no está la CEOE, no la vamos a premiar», subrayó el sindicalista, que también apuntó contra la vicepresidenta: «Quiero decir muy claramente a la ministra que, si la patronal no se suma, nosotros vamos a volver al acuerdo que teníamos en relación con el Estatuto del Becario, que acaba de manera radical con la actual situación de esclavitud a la que se ven sometidas muchísimas trabajadoras y trabajadores», reclamó.
Por parte de CCOO, su líder, Unai Sordo, también ha instado a cerrar el acuerdo cuanto antes: «Se tiene que resolver en los próximos días».
Los últimos flecos: la laboralidad y el tope de horas
A finales del año pasado los empresarios exigieron dejar claro que no existe «presunción de laboralidad» entre los becarios y las compañías, ya que el primer borrador que presentó Trabajo –y que agradaba a las centrales- incluía algunas excepciones en las que sí se presumiría la relación laboral entre ambos. Además, también se acordó no eliminar las prácticas extracurriculares, aunque sí limitar su número de horas.
Sin embargo, estas cesiones de los sindicatos no han terminado de convencer a la patronal y, si bien fuentes gubernamentales daban por próximo el acuerdo a principios de este mes, la norma aún no ha salido de la mesa del diálogo social. El nudo gordiano está en ese control de horas de prácticas permitidas de tal manera que no den pie al fraude.
La vicepresidenta Díaz insistió esta semana en declaraciones a los medios que el Estatuto del Becario saldrá «con carácter inmediato» y será publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este es uno de los últimos proyectos estrella de la ministra al frente del Trabajo y, de hecho, es un mandato a través de una disposición adicional en la reforma laboral que sí acordó junto a empresarios y representantes de los trabajadores.
Un acuerdo sin la patronal
A pesar de que el concurso de la patronal es necesario, el acuerdo podría ser bipartito y únicamente con los sindicatos, como ya ha sucedido en otras ocasiones de esta legislatura, con proyectos de envergadura como la segunda pata de la reforma de las pensiones o las últimas subidas del salario mínimo interprofesional.
La regulación de la figura del estudiante en prácticas en la empresa permitirá, en palabras de Díaz, «erradicar una parte de la precariedad del país con el mal uso de la formación en las empresas» y acabar con la figura del falso becario.
La semana pasada se produjo una nueva reunión presidida por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, en la que se retomaron las negociaciones, pero en la que no se pudo cerrar ningún acuerdo. De hecho, UGT salió de la reunión pidiendo al Ministerio «concreción» en su propuesta.
El Estatuto abordará los aspectos de la relación entre el estudiante y la empresa, exigiendo la existencia de un convenio con una institución formativa, el pago de gastos y dietas o una beca, la tutorización en el seno de la empresa y también un límite del 20% de becarios sobre el total de la plantilla.
Fuente: Economía Digital.