El refuerzo de los sistemas de salud y educación más la recuperación del tejido empresarial con especial atención a las pymes serán los capítulos principales del plan de inversiones que el Gobierno pondrá en marcha con 72.000 millones de euros de fondos de la Unión Europea.

Un reparto así supone que estas tres áreas recibirán cerca de 40.000 millones de euros en los próximos tres años y aunque existe una gran incertidumbre acerca de la capacidad del Gobierno para aprovechar al máximo lo que se considera una oportunidad histórica, Sánchez ha insistido en que acometerá cambios legislativos que permitirán absorberlos. La agenda rural, infraestructuras y la transición energética son otros de los grandes capítulos incluidos.

El presidente ha anunciado este principio del plan de recuperación junto al primer ministro italiano Giuseppe Conte en el Foro de Diálogo España Italia celebrado en Roma. El foro ha reunido a personalidades del mundo de la economía, las empresas y las instituciones de ambos países para tratar de reforzar intereses y lazos en común. En lo político, con un eje mediterráneo más influyente en la Unión Europea en aspectos como la reforma del sistema de migración y asilo que se está negociando; en lo empresarial con una relación comercial más intensa en áreas como el turismo, la energía, las baterías para la movilidad eléctrica o el hidrógeno:

A corto plazo, sin embargo, Sánchez y Conte han coincidido al 100% en que lo más importante para ambos países es que los fondos europeos se hagan efectivos "cuanto antes". Sánchez, que afronta mañana una moción de censura, ha asegurado que para garantizar que las inversiones fluyen hacia la economía, el Gobierno elaborará un decreto que elimine los "cuellos de botella administrativos" a través de una reforma estructural que afectará a la Ley de Contratos Públicos y a la canalización de subvenciones. La modernización de la Administración será, de hecho, un importante capítulo de las inversiones previstas, con 3.500 millones de euros. El primer ministro italiano ha señalado que trabaja en un proyecto similar con el propósito de cerrar la "brecha" de la capacidad administrativa del país para ejecutar los fondos.

El presidente ha tomado como ejemplo a Felipe González, expresidente del Gobierno que "en los años 90, con 8.000 millones de euros, cambió España". Sin hacer referencia a ninguna de las reformas estructurales que evitan los sucesivos Gobiernos desde hace décadas, los dos ejes principales que plantea Sánchez son el energético y el digital.

En torno a ellos plantea una recuperación económica que creará 800.000 empleos, una cifra que, dado el inmenso volumen de recursos, ha sido calificada por economistas y sindicatos como muy poco ambiciosa en términos de resolver precisamente uno de los problemas estructurales de la economía española como es el paro. De hecho, las políticas activas de empleo en el país que, junto a Grecia, es campeón europeo del desempleo, apenas captan 4.000 millones de euros.

El XVII Foro de Diálogo Italia España ha contado con la presencia de la ministra de Transición Energética Teresa Ribera y de la de Exteriores Arancha González Laya. Entre la representación empresarial han figurado ejecutivos de empresas con vínculos de ambos países como Endesa o Abertis. A un nivel más institucional las empresas españolas han sido representadas por el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, que ha admitido que le parece positivo estructurar la recepción de fondos en dos etapas y ha reclamado una mayor colaboración público privada en la gestión de las inversiones.