- El arraigo por formación legalizará la residencia en España de los inmigrantes que lleven dos años viviendo en el país de forma irregular y se formen en un sector necesitado de mano de obra.

- La contratación en origen, limitada hasta ahora casi a los temporeros, se ampliará a la construcción, los transportes y otros sectores de baja, media y alta cualificación.

- Se facilitará que los extranjeros que estudian en España puedan trabajar hasta 30 horas a la semana.

El Gobierno va a impulsar una nueva medida que permitirá regularizar a miles de inmigrantes e integrarlos de manera legal en el mercado laboral. Se trata de la figura del arraigo por formación, mediante la cual una persona extranjera que lleve dos años viviendo en España sin papeles podrá obtener la residencia si se forma en algún sector económico necesitado de mano de obra en nuestro país. Una vez completada esa formación, si esta persona consigue un contrato laboral, se le facilitará el permiso de trabajo.

El Consejo de Ministros aprueba este martes el real decreto que modifica el Reglamento de la Ley de Extranjería y que incluye otras novedades con el fin de agilizar la incorporación de inmigrantes al mercado laboral, algo que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones considera necesario a la vista del envejecimiento de la población española. También se trata de evitar que los extranjeros caigan en la economía sumergida por la rigidez del sistema burocrático.

La contratación de extranjeros en origen —hasta ahora prácticamente limitada a los temporeros agrícolas— se abrirá a más sectores de baja, media y alta cualificación, en atención a la necesidad del país de atraer trabajadores tanto cualificados como no cualificados, una situación que según el criterio del departamento que dirige el ministro José Luis Escrivá puede generar desajustes en el mercado de trabajo por la escasez de mano de obra.

En concreto, se tiene en mente la aplicación para los sectores de la construcción y del transporte. También se facilitará que los estudiantes extranjeros en España compaginen sus estudios con un trabajo y que puedan quedarse en el país una vez concluida su formación.

De todos los cambios es el del arraigo por formación el que presenta el cambio de mayor calado en un país donde se calcula que hay medio millón de inmigrantes en situación irregular. El propio Ministerio del Interior ha mostrado objeciones y llegó a esgrimir que podría darse un efecto llamada.

La medida, que entrará en vigor 20 días después de su publicación mañana en el BOE, contempla la creación de un Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura para tener una información precisa de cuáles son las necesidades del mercado de trabajo y orientar así la contratación en origen.

Residencia con compromiso de formación

Entre las propuestas del ministerio que dirige José Luis Escrivá está la creación del "arraigo por formación", que abriría así la vía a que las personas que se encuentren en España en situación irregular desde hace dos años y asuman un compromiso efectivo de formación en algún sector con demanda de empleo puedan obtener autorización de residencia.

La normativa que se reforma exige, en el caso del arraigo laboral, que el extranjero haya permanecido en España durante dos años y haya trabajado de manera regular o irregular durante un período acreditado de seis meses.

En el caso del arraigo social, se debe acreditar un período de permanencia en España de tres años y tener vínculos familiares o aportar un informe que acredite su inserción en la sociedad, pero también un contrato con una duración mínima de un año.

Además, para combatir la economía sumergida, se abre la posibilidad de denunciar a las autoridades un empleo irregular permita al extranjero afectado por esa situación obtener la regularización.

Procedimientos de contratación más ágiles

La argumentación del real decreto es económica y ante una legislación de extranjería española que se caracteriza por procedimientos lentos y grandes cuellos de botella que no permiten cubrir las necesidades de los empresarios, generando grandes bolsas de economía sumergida, explica el texto normativo.

El Ministerio recuerda que el envejecimiento de la población, la transición ecológica y la digitalización hacen augurar una auténtica competición global por el talento y el capital humano y numerosos estudios alertan también de la dificultad de atraer personal a ocupaciones menos atractivas y con cualificaciones bajas.

Estudiantes

Respecto a los estudiantes extranjeros, Migraciones quiere que puedan simultanear los estudios con un trabajo (con un máximo de 30 horas semanales), algo que ahora tienen vedado salvo excepciones. Junto a esta medida, se quiere facilitar el trabajo por cuenta propia de los extranjeros, sometido ahora a múltiples requisitos y a fuertes inversiones.

Reforma del reglamento, no de la ley

El ministro José Luis Escrivá explicó el pasado jueves en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo que la modificación se hará finalmente a través de una reforma del Reglamento y no de la ley de Extranjería —aprobada hace más de una década—, y a través de real decreto, por lo que no debe seguir trámite parlamentario.

"La opción de modificar la ley de Extranjería que planteé al principio de la legislatura sigue manteniéndose como opción, pero hemos evaluado las posibilidades de modificación reglamentaria y muchas de las cosas se pueden hacer y mejorar por esta vía", señaló Escrivá.

Aunque el responsable de Migraciones aseveró que "en algún momento del futuro habrá que cambiar la ley aprobada con una coyuntura bien distinta a la que tiene ahora España y a la que va a tener con la situación de envejecimiento de la sociedad cuando se manifieste de una manera más clara".

Escrivá se comprometió a comparecer ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para dar cuenta de esta reforma "que afecta de forma importante a distintos elementos del modelo de extranjería en España".

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