La nueva ley de formación profesional -aprobada en el Parlamento hace aproximadamente un año- convierte a toda la FP en dual. En España, este modelo, que combina de una forma más equilibrada formación y empleo, empezó a implantarse en el curso 13-14 y, desde entonces, ha experimentado un reseñable crecimiento en el número de personas matriculadas, pasando de 4.292 a 37.841 en el año académico 20-21, con un aumento especialmente intenso durante el curso 16-17, del 86%.

Pese a que estos datos hablan de un crecimiento acelerado, las personas matriculadas en la modalidad dual siguen representando un porcentaje muy pequeño sobre el alumnado total de formación profesional. La última referencia temporal es la del curso 20-21, donde el porcentaje de alumnos que optaron por esta modalidad solo fue de 3,7 sobre el total, tal y como destaca el informe Formación Dual en España: situación y perspectivas, aprobado este marzo por el pleno del Consejo Económico y Social, órgano consultivo del Gobierno formado por sindicatos, patronales, consumidores y otros consejeros independientes.

Ante esta realidad, ¿cuáles son las razones por las que este nuevo modelo no termina de convencer a los estudiantes españoles y qué planes tiene la administración pública para incentivarlo?

Clara Sanz, secretaria general de Formación Profesional del Ministerio de Educación y Formación Profesional, antes de abordar el asunto quiere dejar claro porque el sistema anterior ha dejado de ser óptimo: "No existe una formación de calidad sin la corresponsabilidad y la colaboración de las empresas. El anterior modelo de estancias de 3 meses en la empresa al final de la formación no responde ya a las necesidades de las personas en formación –ni jóvenes ni trabajadores-, ni de la propia empresa. Por eso deja de existir ese formato de tres meses en empresa al final del segundo curso de formación".

La Formación Dual se presenta en dos modalidades, general e intensiva. La general plantea un 25-35% en la empresa, y la intensiva entre el 35 y el 50%, pero en ambas la duración dependerá de qué y cuántos aprendizajes van a adquirir los estudiantes durante su formación, según explica Sanz.

"El gran salto es garantizar la calidad de estos periodos de formación en la empresa vinculándolos a esos aprendizajes del currículo, la figura imprescindible del tutor de empresa, la existencia de un contrato de formación y, esto es esencial, el alta en la Seguridad Social de todos los estudiantes de Formación profesional durante su periodo de formación en empresa".

Está claro que este relevante incremento de horas en centros de trabajo durante la formación profesional brinda al estudiante mejores competencias a la hora de incorporarse al mercado laboral pero, casi diez años después, su tímida implantación responde a diferentes factores, tal y como apunta José Amador Sancho Frías, CLO & socio fundador de FP Pro: "La ejecución de proyectos de formación dual tiene dos barreras fundamentales: una es la dificultad para encontrar empresas dispuestas a acoger más horas en el centro de trabajo a los alumnos, incorporando además un seguimiento y control que implica unas actuaciones docentes concretas, y la otra es el procedimiento que los centros y los profesionales de la educación deben seguir para que se les apruebe proyectos en modalidad dual".

Sancho explica que se trata de nuevos procesos que todavía no están debidamente sistematizados, hándicap esta perfectamente corregible en cuanto los profesionales de la educación adquieran el conocimiento necesario.

Puede decirse, por tanto, que estas dos coyunturas son las razones de peso en la actualidad por la que todavía la Formación Dual no ha sido debidamente implantada en centros privados y también públicos o concertados. En cualquier caso, esta situación de convivencia entre el sistema clásico y el dual será temporal, pues la nueva Ley de ordenación e integración de la FP deja claro que el nuevo modelo se aplicará a toda la formación profesional.

Éxito en Europa

La Formación Dual es un plan educativo vigente en España solo desde 2013, pero lo cierto es que este modelo educativo tiene origen en Alemania, país donde funciona con éxito desde hace ya más de 40 años.

En la actualidad, la FP Dual en el país germano está articulada sobre un sistema que permite que, dependiendo de la profesión, los cursos duren de dos a tres años y medio o, por ejemplo, que dichos estudiantes reciban un salario de 800 euros al mes por pasar la mayor parte del tiempo de la formación en empresas. Y lo más importante: un 68% de los alumnos consigue trabajo en la misma empresa que se ha formado.

Esta última es la razón principal por la que, además de nuestro país, otros muchos de la Unión Europea han implementado este modelo en sus sistemas educativos.

Francia, Holanda, Dinamarca, Austria o Suiza son buenos ejemplos donde la trasposición del modelo alemán ha sido un triunfo, pues a día de hoy la FP Dual en estos países representa prácticamente el 100% de la Formación Profesional.

En España, según los datos que maneja el CES y hace públicos en el informe Formación Dual en España: situación y perspectivas, solo 9.916 empresas están registradas como formadoras en FP Dual, es decir, tan solo un 0,3% del total.

Conseguir que aumente este porcentaje y, a la vez, el número de alumnos que opten por este modelo de éxito en Europa, pasa por varias iniciativas ya en marcha.

Principalmente, destaca el impulso que se le va a dar desde el nuevo programa del Fondo Social Europeo Plus (FSE+), presupuestado para el período 2021-2027. Según la secretaria general de Formación Profesional, el plan definido contempla programas y actuaciones para promover la captación e incorporación de las empresas, así como formación para tutores de empresa, proyectos de innovación con implicación de centros de formación profesional y empresas, e incluso la realización de estas estancias en movilidad internacional, entre otras.

Asimismo, en el ámbito estatal destaca la reciente iniciativa Somos FP Dual, de 2021, impulsada por la Cámara de Comercio de España junto a la empresa Lidl y la Fundación Bertelesmann.

María Tosca, directora de empleo, formación y emprendimiento de la Cámara de Comercio de España, explica su finalidad: "Por un lado, incrementar el interés de los jóvenes por esta modalidad educativa para contribuir a dar respuesta a la creciente demanda de perfiles de FP que están solicitando las empresas españolas y, por otro lado, difundir la FP Dual, abriendo un canal social de comunicación entre iguales que permita acercar la realidad de la FP Dual y las experiencias de los jóvenes que la cursan a otros jóvenes".

El proyecto cuenta ya, a día de hoy, con la participación activa de 18 cámaras de comercio, lo que se traduce en una presencia territorial de 12 comunidades autónomas y un total de 366 embajadores captados a finales de este año.

Tosca, en relación con el preocupante 3,7% de alumnos que optan por este otro modelo formativo y que da sentido a la plataforma creada, explica: "Cuando vemos el peso que, actualmente, tiene la FP Dual en España, es importante tener en cuenta que su regulación en el ordenamiento español es relativamente nueva, de 2012". Además, incide en el gran desconocimiento que tienen sobre ella la mayoría de empresas medianas y pequeñas, base del tejido productivo español, que podrían beneficiarse de la FP Dual. Y, sin organizaciones interesadas en acoger alumnos en sus centros de trabajo, no es posible incrementar la oferta educativa.

"De ahí la importancia de iniciativas como el programa de FP Dual en la empresa, que apoya y promueve la información y sensibilización de la FP Dual entre las empresas, especialmente las pymes, así como otra iniciativa que son las Ferias de FP que desarrollan las cámaras de comercio con el apoyo de FSE para constituir un punto de encuentro entre todos agentes involucrados en la FP; empresas, alumnos y centros educativos", termina explicando.

Esta nueva plataforma de promoción de la FP Dual o la ampliación de la financiación del FSE + anunciada en marzo por Nicolas Schmit, comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, son dos buenas muestras de cómo las administraciones buscan afianzar el nuevo sistema educativo.

La última prueba clara es, con partidas concretas, lo que el Consejo de Ministros ha aprobado a principios de mes con el objetivo de consolidar la transformación de la Formación Profesional llevada a cabo por el gobierno a lo largo de la legislatura.

Se trata de cinco fuertes acuerdos por los que las comunidades autónomas recibirán 1.307 millones de euros para distintas acciones relacionadas directamente con la Formación Profesional.

Esta inyección se focalizará, sobre todo, en estos asuntos: para el adecuado desarrollo de medidas de modernización y crecimiento de este sistema educativo, con una partida de 299 millones; afianzar el ya existente Plan de Modernización de la FP y la acreditación de competencias profesionales de más de 540.000 personas, entre otros aspectos, con 273.3 millones, y para la formación de los trabajadores en activo, ámbito de acción donde se hará la mayor inversión.

Serán 867,28 los millones destinados a acciones de FP para el empleo que alcanzarán a más de 217.000 trabajadores empleados y desempleados, junto a otra partida de 111,5 millones para su cualificación y recalificación que alcanzará a más de 200.000.

Fuente: El Economista.