La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, ha abogado hoy ante el Parlamento Europeo en Bruselas por extender la ratificación del Convenio 190 sobre la violencia y el acoso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a los 27 países que conforman la Unión Europea, así como recuperar los acuerdos con diálogo social en todo el ámbito de la UE.
Así lo ha expuesto la ministra en funciones en la presentación del programa del Ministerio de Trabajo y Economía Social durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea ante la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales de la Eurocámara.
Diálogo social, trabajo decente y Economía Social
Diaz ha explicado la necesidad de seguir ahondando en la reconfiguración democrática y social del proyecto europeo desde el ámbito laboral fomentando el diálogo social, el trabajo decente y la Economía Social, las tres prioridades que se ha fijado el departamento que dirige para la presidencia europea.
Trabajo decente
En el ámbito del trabajo decente se enmarca la Decisión del Consejo de la UE que se adoptará el próximo 18 de septiembre y que permitirá a los países miembros de la UE ratificar el Convenio 190 de la OIT, algo que España ya hizo en 2022.
Al mismo tiempo, se buscará avanzar en las Directiva para el trabajo en las plataformas digitales y para la protección frente al plomo y los diisocianatos. La vicepresidenta en funciones ha pedido centrar los esfuerzos negociadores en la correcta clasificación de las personas que trabajan en las plataformas digitales, en garantizar el derecho a la transparencia algorítmica, y de este modo poder poner fin a las situaciones de abuso en forma de falsos autónomos, como señalan, una y otra vez, los tribunales en toda Europa. “En esta Directiva nos jugamos cómo queremos que sea el futuro del trabajo en Europa”, ha insistido Díaz, que se ha entrevistado antes de su comparecencia con la ponente de la Directiva sobre el trabajo en plataformas, la eurodiputada Elisabetta Gualmini.
En línea con el trabajo decente también figura el debate sobre la relación entre la precariedad laboral y la salud mental. “Es nuestro deber decir alto y claro que la pandemia de estrés y ansiedad no se puede achacar a cerebros defectuosos, sino que se debe vincular a condiciones laborales incompatibles con la vida”, ha explicado la ministra en funciones, quien ha anunciado también que el Consejo adoptará conclusiones sobre salud mental y precariedad laboral durante la reunión que se celebrará a finales de septiembre en Toledo.
Díaz ha recordado que en estos últimos años ha participado activamente en sacar adelante iniciativas como las Directivas de salarios mínimos, transparencia salarial y presencia equilibrada en los Consejos de Administración.
“Es importante que la ciudadanía europea y española sepa que se están logrando cosas importantes. Una década atrás, en plena era de la austeridad, parecía imposible contar con una directiva sobre salarios mínimos decentes. Hoy existe un marco legal común que favorece incrementos salariales en un tercio de los Estados miembros y afecta a más de 25 millones de personas trabajadoras, especialmente mujeres”, ha explicado la vicepresidenta en funciones, quien ha recordado que en España se han alcanzado 18 grandes acuerdos con diálogo social, consensuando posiciones con sindicatos y patronal. El desafío ahora, ha insistido la ministra, “es hacer del diálogo social la seña de identidad de Europa”.
Diálogo social
A fin de seguir avanzando en esa dirección, Díaz confía en que las negociaciones de los interlocutores sociales europeos sobre trabajo a distancia y derecho a la desconexión se puedan cerrar con el que sería el primer gran acuerdo europeo fruto del diálogo social en más de 13 años.
Para avanzar en ese terreno, durante este semestre se debatirá sobre democracia en el trabajo y la negociación colectiva verde. “Las personas trabajadoras europeas tienen derecho a participar de las decisiones que afectan a su día a día. No solo eso: sabemos, además, que cuando las personas trabajadoras amplían sus derechos de participación, también mejoran la productividad, la innovación y la organización del trabajo”, ha insistido Díaz.
Asimismo, se busca implicar a los interlocutores sociales en la tan necesaria transformación ecológica y se espera que el Consejo EPSCO adopte conclusiones sobre democracia en el trabajo y negociación colectiva verde en el encuentro de alto nivel que se celebrará en Santiago de Compostela los días 21 y 22 de septiembre.
Economía Social
El modelo productivo que propone la Economía Social, la tercera prioridad de la presidencia, aúna justicia social y climática. Esta forma diferente de generar empleo y actividad económica ya cuenta en España con más de 42.000 empresas y supone entorno al 10% del PIB.
A fin de seguir desarrollando este modelo económico y poder sacar partido de todo su potencial, Díaz impulsará la primera Recomendación del Consejo sobre las condiciones marco de desarrollo de la Economía Social para consolidar un sector, que actualmente genera más de dos millones de puestos de trabajo tan solo en España.
Para la titular de Trabajo en funciones, alentar esta manera de entender la gestión económica supone seguir la senda que se vislumbró en la gestión solidaria de la pandemia. “El futuro de la UE depende de que Europa sea capaz de proteger a la gente”, ha destacado Díaz.
“Somos parte de una Europa que quiere avanzar y el principal mensaje de nuestra presidencia es que es en tiempos de incertidumbre cuando más sentido tiene apostar por lo que sabemos que funciona”, ha concluido su intervención la vicepresidenta en funciones, que ha iniciado la jornada reuniéndose con el presidente de la Comisión Empleo y Políticas Sociales de la Eurocámara, Dragoș Pîslaru, y la cierra entrevistándose con la presidenta del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo, Terry Reintke.