- La propuesta del Gobierno acaba con las prácticas extracurriculares y contempla nuevos derechos para becarios.
- Trabajo ha llegado a un preacuerdo con los sindicatos y el objetivo es que se cierre del todo en las próximas semanas.
- Los sindicatos han dado el visto bueno al estatuto del becario, mientras que la CEOE se descuelga del acuerdo.
Los futuros becarios no trabajarán en turnos ni de noche. Tampoco podrán hacer prácticas si no es mediante convenio con la universidad o el centro de formación profesional y, en ningún caso, podrán superar el 20% de la plantilla total de la empresa. Son algunas de las claves del borrador del nuevo Estatuto del Becario impulsado por el Ministerio de Trabajo y acordado este martes con los sindicatos UGT y CC OO.
El documento es fruto de un preacuerdo alcanzado entre sindicatos y el departamento dirigido por Yolanda Díaz, aunque la patronal ya se ha desmarcado. La previsión ahora es que termine de cerrarse en las próximas semanas la que será la primera regulación de la situación de los becarios en España.
"Le pedimos a la CEOE que se sume a un modelo de formación dual europeo con derechos y dignidad", ha reclamado la vicepresidenta y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha asegurado que, de no hacerlo, la patronal estaría alineándose con un modelo basado en la precariedad.
La elaboración del estatuto viene dictada en la reforma laboral aprobada el pasado diciembre, en cuya disposición adicional segunda se da al Ministerio de Trabajo un plazo de seis meses desde la entrada en vigor para determinar su configuración. Fuentes del ministerio ya avanzaron en febrero que el fin no es otro que el de garantizar que las actividades formativas "no constituyan un elemento de precariedad, incurriendo en un uso fraudulento de los contratos formativos y distinguiéndolas de estos últimos de manera adecuada para que se realicen con garantías".
Fin a las prácticas extracurriculares
La propuesta del Gobierno contempla una serie de derechos para los estudiantes en prácticas y obligaciones para las empresas que los contraten. En primer lugar, acaba con las prácticas extracurriculares. La nueva normativa establece que dichos contratos no podrán estar fuera del currículum académico, es decir, que deberán hacerse por convenio con la universidad o el centro de FP.
Eso sí, fija un periodo de transición de tres años para que las empresas se adapten a este cambio concreto, esto es, hasta 2025. Pero para el caso de aquellas carreras que en su programa sí recojan prácticas curriculares, ese plazo se reduce a un año.
Sin horario de noche ni turnos
Otro de los cambios más notables es que no podrán hacerse prácticas por la noche ni a turnos, salvo casos excepcionales, como que justo la formación prevista no pueda desarrollarse en otros horarios por la naturaleza de la actividad.
Máximo 20% de becarios en plantilla
El documento fija un máximo del 20% de número de personas en formación práctica en la plantilla total de la empresa. Aunque cualquier empresa podrá contar con dos becarios, independientemente de su tamaño.
La empresa costeará dietas
Asimismo, las empresas deberán dejar claro en el convenio la "cuantía mínima suficiente" que destinarán a compensar todos los gastos que asuma el becario por el hecho de desarrollar la actividad formativa. Dependerá del caso, pero podrán costearse entonces gatos de desplazamiento, alojamiento o manutención.
No obstante, la empresa estará exenta de hacer esos pagos si existen otras becas o ayudas que lo cubran. Tampoco deberá pagar esos gastos si se pone a disposición de la persona todos los servicios necesarios (el transporte o la comida, por ejemplo), o en el supuesto de que la remuneración de la práctica sea "suficiente" para cubrirlos.
Tutorización de las prácticas
Los becarios tendrán igualmente derecho a una "adecuada" tutorización de sus prácticas. De este modo, las empresas deberán designar a tutores para que se hagan cargo de la coordinación y del seguimiento del itinerario formativo del estudiante.
Estos deberán cumplir dichas funciones dentro de su jornada laboral, y cada tutor solo podrá tener, como mucho, a cinco personas en formación práctica a su cargo (tres en el caso de empresas de menos de 30 personas en plantilla).
Los rectores rechazan la propuesta
La Conferencia de Rectores (CRUE) ha mostrado su "rechazo" a la propuesta, afeando al Ejecutivo que "apenas" haya contado con ellos para su elaboración. "Es imposible justificar que, si el objeto de dicho proyecto normativo es la regulación de las prácticas académicas (universitarias), todo se esté decidiendo en el marco del Diálogo Social que protagonizan en exclusiva Gobierno, sindicatos y patronales", denuncian en un comunicado.
Consideran los rectores que lo que tachan de una "incomprensible laboralización" de una actividad "pura y esencialmente académica" no tiene nada que ver "con la mejora de la protección en Seguridad Social de los estudiantes en prácticas". En ese sentido, no aprecian "ventaja material alguna", salvo la única novedad que creen que se incluye en el futuro estatuto, que es la de acumular días y meses cotizados.
"Pero, para eso, bastaría con establecer el alta y cotización ficticia", inciden en un comunicado en el que señalan que ello va a exigir tiempo y dedicación extra al personal de universidades "sin que haya presupuesto ni para esto ni para pagar la cotización de los estudiantes". "Las universidades públicas podrían verse abocadas a una situación límite dada su conocida y endémica infrafinanciación que, una vez más, no parece haber sido siquiera considerada", lamentan.
Por último, CRUE se muestra preocupada por la desaparición de las prácticas extracurriculares, ya que aseguran que ocasionará una discriminación entre aquellos estudiantes que podrán empezar a sumar cotizaciones (como los de grados de ciencias de la salud), y los que no podrán hacerlo.
Fuente: 20 minutos.