- La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha avanzado las líneas maestras del nuevo modelo de currículo, que se basa en las Competencias Clave definidas por la Unión Europea y la Agenda 2030.

- El modelo curricular incorpora los avances de los países más innovadores en la materia como Portugal, Gales, Escocia, Finlandia o la provincia canadiense de Quebec.

- Los alumnos deberán adquirir las competencias específicas de cada materia y aplicarlas para enfrentarse a problemas concretos.

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha participado hoy en el acto ‘Nuevo currículo para nuevos desafíos’ en el que se han avanzado las líneas maestras del nuevo currículo, que empezará a implantarse en el curso 2022-2023. El nuevo modelo, que se basa en el aprendizaje de competencias, homologa el sistema educativo español con la vanguardia europea e internacional.

“El cambio curricular es una misión imperativa. Nos jugamos mucho. España tiene que ocupar posiciones de vanguardia en el proceso de cambio educativo y convertirnos en referentes, como hemos logrado en otros ámbitos. Y tenemos que hacerlo en términos de excelencia y equidad, sin dejar a nadie atrás”, ha dicho la ministra Isabel Celaá.

“Nuestra hoja de ruta de este proceso es la Ley de Educación, y la pieza central es, precisamente, la actualización de los aprendizajes curriculares”, ha añadido.

En el acto de presentación, celebrado en el Ministerio de Educación y Formación Profesional, han participado junto a la ministra César Coll, profesor de Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona y miembro del grupo de expertos que trabaja en el diseño del nuevo currículo, y Guadalupe Jover, profesora de Educación Secundaria de Lengua y Literatura.

La nueva Ley de Educación (LOMLOE), aprobada a finales del año pasado, fija el marco para el desarrollo de un nuevo modelo de currículo acorde con la adquisición de competencias, que sea abierto, flexible, con una estructura manejable y mejor integrada, al servicio de una educación inclusiva y que valore la diversidad. El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) comenzó a trabajar hace meses en el diseño del nuevo currículo y de su elemento central, el Perfil de Salida de la Educación Básica, que identifica las competencias clave que todos los alumnos y alumnas deben haber adquirido y desarrollado al término de la educación obligatoria.

Este perfil de salida es el que recogen los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas que fijan, en virtud de los establecido por la LOMLOE, el 50% del horario escolar en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y el 60% para aquellas que no la tengan. Además, los centros docentes completarán el currículo de las diferentes etapas y ciclos en el uso de su autonomía.

Un currículo basado en competencias

En el nuevo currículo diseñado por el MEFP, el perfil de salida, clave para dar continuidad, coherencia y cohesión a la progresión de los estudiantes durante la enseñanza básica, y para garantizar su formación integral en la esfera personal, emocional e intelectual y social y afectiva, constará de ocho competencias:

En comunicación lingüística: conlleva movilizar, de manera consciente, el conjunto de saberes, destrezas y actitudes que permiten identificar, expresar, crear, comprender e interpretar sentimientos, hechos, opiniones, pensamientos y conceptos de forma oral y escrita en soportes visuales, sonoros y multimodales en contextos diversos y con finalidades distintas.

Plurilingüe: implica utilizar distintas lenguas de forma apropiada y eficaz para el aprendizaje y la comunicación.

Matemática y en ciencia y tecnología (STEM): entraña la comprensión del mundo utilizando el método científico, el pensamiento y la representación matemáticos, la tecnología y los métodos de ingeniería para transformar el entorno de forma comprometida, responsable y sostenible.

Digital: implica el uso seguro, saludable, sostenible, crítico y responsable de las tecnologías digitales para el aprendizaje, en el trabajo y para la participación en la sociedad, así como la interacción con dichas tecnologías.

Personal, social y de aprender a aprender: es la habilidad de reflexionar sobre uno mismo, gestionar el tiempo y la información eficazmente, colaborar con otros de forma constructiva, mantener la resiliencia y gestionar el aprendizaje a lo largo de la vida.

Ciudadana: es la habilidad de actuar como ciudadanos responsables y participar plenamente en la vida social y cívica, basándose en la comprensión de los conceptos y las estructuras sociales, económicas, jurídicas y políticas, así como en el conocimiento de los acontecimientos mundiales y el compromiso activo con la sostenibilidad y el logro de una ciudadanía mundial.

Emprendedora: de creatividad e iniciativa, implica desarrollar un enfoque vital dirigido a actuar sobre oportunidades e ideas, utilizando los conocimientos específicos necesarios para generar resultados de valor para otros.

En conciencia y expresión culturales: implica comprender y respetar la forma en que las ideas y el significado se expresan de forma creativa y se comunican en las distintas culturas, así como a través de una serie de artes y otras manifestaciones culturales. Implica esforzarse por comprender, desarrollar y expresar las ideas propias y un sentido de pertenencia a la sociedad.

Estas competencias emanan de la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 2018 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Cada una de ellas tiene tres dimensiones (cognitiva, instrumental y actitudinal) y su adquisición contribuye a la adquisición de todas las demás y a la consecución de los objetivos planteados por la LOMLOE para la educación básica.

Nueva ordenación académica para el curso 2022-2023

Mientras que en las leyes educativas anteriores las competencias clave no impregnaban los aprendizajes de las distintas áreas, el nuevo currículo avanza en el enfoque competencial, descarga la excesiva cantidad de contenidos y se centra en los aprendizajes esenciales de una manera más profunda. Promueve, además, el abordaje interdisciplinar de los aprendizajes en varias materias, favoreciendo la codocencia y el trabajo colaborativo, tanto por parte del alumnado como por parte de los docentes.

Este nuevo modelo curricular, que incorpora los avances de los países más innovadores (Portugal, Gales, Escocia, Finlandia o Quebec), se ha presentado a las Comunidades Autónomas con las que ya se trabaja en la redacción de los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas para promover la necesaria coherencia en los currículos que estas deben, a su vez, completar.

En paralelo, el Ministerio está dando a conocer el nuevo currículo entre los docentes y equipos directivos de los centros educativos, y está en contacto con las editoriales para facilitar la elaboración de los materiales pedagógicos adaptados al nuevo desarrollo curricular.

Tal y como establece la LOMLOE, la nueva ordenación académica deberá empezar a implantarse en el curso 2022-2023.

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