Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación general se mantuvo en el 3,5% en octubre, mientras que la subyacente agudizó su senda de desaceleración, situándose en el 5,2%, seis décimas menos que en septiembre.
En todo caso, CEOE ha apuntado que la inflación todavía podría registrar cierto repunte puntual en la última parte del año, como consecuencia del aumento de los precios energéticos. No obstante, la organización espera que la tasa media de inflación de este año sea mucho más baja que la de 2022. CEOE prevé una tasa del 3,7% para 2023 y la Comisión Europea la sitúa en el 3,6%.
En octubre, los precios de los productos energéticos continuaron mostrando caídas en términos interanuales, aunque son cada vez más moderadas por el efecto base y por el repunte de los precios de electricidad y gas.
Por su parte, los precios de los bienes industriales registraron tasas más contenidas, al observarse menores presiones inflacionistas en los mercados internacionales.
Resistencia de servicios y alimentos
Sin embargo, en el caso de los servicios y de los alimentos elaborados lo que se constata es una mayor resistencia a la desaceleración por la fortaleza de la demanda y la presión de los costes.
En la comparación con Europa, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de octubre registró una tasa del 3,5%, frente al 2,9% de la Unión Monetaria, por lo que el diferencial se torna positivo en seis décimas, tras 13 meses de diferencial negativo.
En el análisis más desagregado de la inflación, y dentro del componente subyacente, los precios de los servicios cayeron dos décimas en octubre, hasta situar su tasa interanual en el 4,3%, mientras que el retroceso en el caso de los bienes industriales sin productos energéticos fue de nueve décimas, hasta el 2,7%, y en el de los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco, la desaceleración fue de seis décimas, lo que situó la tasa interanual en el 10,2%.
Carne de porcino y leche
Por su parte, los precios de los alimentos sin elaboración retrocedieron 1,5 puntos porcentuales hasta situarse en el 7,3% interanual. Aunque se observa una desaceleración generalizada de las tasas de incremento de los precios, algunos productos con un peso importante en la cesta de la compra de las familias todavía presentan variaciones de precios de dos dígitos, como es el caso de la carne de porcino o la leche.
Los precios de los productos energéticos frenaron su ritmo de caída hasta el 10,4% en tasa interanual, frente al 14% de septiembre, debido al aumento de los precios de la electricidad y del gas, mientras que los precios de los carburantes y lubricantes descendieron ligeramente.
En octubre, el precio del crudo Brent retrocedió casi un 2% frente al mes de septiembre, lo que situó el precio del barril en los 93$ de media. En términos interanuales, el descenso fue del 2,2%, aunque en euros la caída llegó al 9,1%, por la mayor debilidad del euro en octubre del año pasado.
En los primeros días de este mes noviembre, los precios continúan a la baja, con un promedio de 88,3$ por barril, ante las señales de debilidad de la economía mundial. De mantenerse en estos niveles, estaríamos ante una caída de los precios del 5% en dólares y del 8,2% en euros.
Para los próximos meses, los precios de los futuros apuntan a descensos suaves del barril de petróleo si bien, en términos interanuales, puede implicar volver a tasas positivas aunque moderadas.
Fuente: Departamento de Comunicación de CEOE.