Ante los retos que plantean las dinámicas socio-económicas de digitalización y desarrollo tecnológico que inciden no solo en la competitividad empresarial, sino también en cuestiones relacionadas con la cohesión y la equidad social, desde las Administraciones Públicas sobre la base del diálogo social, se intenta dar respuesta a través del impulso de la formación con iniciativas concretas como la convocatoria para la adquisición y mejora de competencias profesionales relacionadas con los cambios tecnológicos y la transformación digital 2018, ejecutada durante los ejercicios 2019, 2020 y 2021.
Esta convocatoria se enmarca en la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito laboral, en cuyo articulado se establece que se realizará una evaluación permanente que comprende, entre otras, la evaluación de la satisfacción de los alumnos y alumnas, que es el objeto de este informe.
El instrumento utilizado es el cuestionario de evaluación de calidad de las acciones formativas para el empleo, común a todo el Sistema de Formación Profesional para el Empleo y que está regulado en la Resolución de 27 de abril de 2009, del Servicio Público de Empleo Estatal.
Recoge la opinión de los participantes en cuanto a organización de los cursos, contenidos, duración y horario, formadores y tutores, medios didácticos, instalaciones y medios técnicos, aspectos específicos de la formación no presencial, mecanismos para evaluar el aprendizaje, contribución de las acciones formativas a la empleabilidad, las competencias profesionales y el progreso profesional y personal, y, finalmente, el grado de satisfacción general.
CONCLUSIONES
Esta convocatoria para la adquisición y mejora de competencias profesionales relacionadas con los cambios tecnológicos y la transformación digital mantiene niveles de satisfacción estables y al alza, como ha sido la tónica en las últimas convocatorias de oferta estatal general.
A pesar de su especialización en formación dirigida a las tecnologías de la información y la comunicación, coincide con la convocatoria de oferta estatal 2016 en el alto porcentaje de participantes formados en la modalidad de teleformación, que supera el 80%.
Esta característica es un factor que está incidiendo en que aun manteniendo una valoración superior los formadores, la tendencia es el aumento de valoración de los tutores. Asimismo las valoraciones de los aspectos relacionados con la formación no presencial (guías tutoriales, materiales y medios de apoyo) también incrementan el nivel de satisfacción de los participantes, descendiendo las puntuaciones de las instalaciones y medios técnicos, más ligados a la formación presencial.
En cuanto al impacto de la formación, a pesar de ser positivo, es el ámbito que deja un mayor margen de mejora. Aspectos como la incorporación al trabajo y el progreso profesional dependen de múltiples variables relacionadas con el contexto socioeconómico y las políticas de empresa, por lo que aunque la formación incida positivamente (en torno a un 80% de participantes están de acuerdo), no proporciona un impacto directo en la consecución de un puesto de trabajo o una promoción profesional. La incidencia en el desarrollo personal es mayor, ya que la formación genera un impacto directo en la autoestima y motivación de los participantes.
Por último, la satisfacción general con los cursos sigue en ascenso, en línea con las convocatorias de oferta general, lo que es indicativo de la pertinencia de convocatorias específicas que incidan en competencias definidas según necesidades concretas de ámbito social y laboral, que contribuyan a la productividad de las empresas y el desarrollo de las personas trabajadoras.