La oferta formativa de centros educativos, universidades y academias es amplísima. De hecho, cada vez es mayor. Esto conlleva a que existan numerosos tipos de estudios que, realmente, no se adaptan al cien por cien a lo que después exige el mercado laboral actual. Muchas formaciones son más teóricas que prácticas e, incluso, algunas de ellas se encuentran totalmente obsoletas. Esto implica que, aunque tu titulación sirva para encontrar un empleo, cuando lo hagas, veas que lo que te han enseñado no se adapta a la realidad del sector.
En este artículo. ¡Te hablamos de formaciones que se adaptan al mercado laboral actual!.
¿Qué es la Formación Profesional?
La formación profesional es uno de los tipos de estudios que mejor se adaptan a lo que buscan las empresas. A diferencia de otros estudios, como pueden ser los grados universitarios, los grados de FP están enfocados a la práctica del día a día en un futuro empleo. Así, podemos encontrarlos divididos por familias profesionales y, en todos ellos, encontrarás tanto una formación meramente teórica, como formación totalmente práctica. De hecho, los grados de FP incluyen un periodo de prácticas en la empresa.
A su vez, los ciclos de Formación Profesional suelen renovarse más asiduamente que otros tipos de estudios. Esto implica que las autoridades educativas estén más pendientes de los cambios que se originan en los distintos sectores profesionales. Así, podrán introducir dichos cambios dentro de los estudios. Por ende, quienes se forman con FP, obtienen conocimientos mucho más actualizados que quienes lo hacen con otros estudios.
¿Qué es un Certificado de Profesionalidad?
Un Certificado de Profesionalidad es la manera en la que las administraciones laborales acreditan una serie de competencias de una persona para que pueda desarrollar una actividad laboral en algunos países. Por ejemplo, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), los certificados de profesionalidad son un “instrumento de acreditación oficial de las cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales”. Dicho de otro modo, son certificados que acreditan que una persona es válida para trabajar de un determinado oficio o profesión.
El Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales está dividido en un total de 687 Cualificaciones Profesionales, formadas por un total de 2.290 Unidades de Competencia. Sin embargo, debes saber que los certificados de profesionalidad no son titulaciones académicas como tal, ni tampoco se conforman como un plan de formación al uso. No obstante, sí permiten a las personas poder cualificarse y obtener las competencias clave para desarrollar un trabajo concreto.
Por ejemplo, podemos ver que los certificados de profesionalidad se dividen según las familias profesionales de Formación Profesional (FP). Entre ellas, encontramos las Actividades Físicas y del Deporte; las Artes Gráficas; la Electricidad y Electrónica; la Imagen y Sonido; el Textil y la Confección; la Sanidad; la Informática y las Comunicaciones; o las Industrias Alimentarias. Estos son, únicamente, algunos de los sectores en los que podrás especializarte gracias a los certificados de profesionalidad. ¡Aunque existen algunos más!.
La importancia de la Formación Continua
Además de los grados de FP o de los Certificados de Profesionalidad, en cualquier sector suele ser fundamental la formación continua. Esto implica que los trabajadores de una empresa o sector se encuentren en constante formación. Mediante cursos, másteres especializados, jornadas de debate, seminarios o congresos, etc. Con todas estas herramientas, los empleados pueden estar al día de los últimos avances de su sector.
Incluso, la formación continua suele ser una actividad clave e indispensable en las políticas de muchas empresas. De hecho, cierta inversión suele ir destinada a que los empleados jamás dejen de formarse. Además de ser una buena herramienta para la motivación de los mismos, la empresa será la principal beneficiaria de ello. ¿Quién va a preferir una empresa que no se adapte a la realidad del sector?.
En algunos sectores como el de la Educación, la formación continua es aún más importante. ¿Imaginas un profesor de Tecnología que no esté al tanto de los últimos inventos o desarrollos tecnológicos? ¿Y a un profesor de Ciencias –o incluso Historia– que no mencione lo que ha ocurrido durante la pandemia? ¡Sería impensable! Por ello, muchos centros educativos fomentan que sus docentes se formen y actualicen en cada curso. ¡Es la mejor herramienta para una educación de calidad!.