Los datos de afiliación a la Seguridad Social y paro registrado confirman la fortaleza del empleo en 2023, aunque revelan un ritmo decreciente en la creación de empleo a partir del segundo semestre, como confirman los datos del mes de diciembre, lo que podría anticipar una mayor desaceleración en los próximos meses, reflejo de la desaceleración económica y de los efectos del incremento de costes en la actividad productiva.

La afiliación a la Seguridad Social se ha incrementado en 539.740 trabajadores en 2023, cerrando con una cifra total de ocupados superior a los 20,8 millones. Sin embargo, el dato de afiliación en el mes de diciembre, 29.937 personas, fue el tercero peor de la última década, mejorando el de 2022 y el de 2020, con caída récord de la afiliación por la pandemia.

Por sectores, el empleo creció en 2023 en servicios (3,2%) y construcción (2,8%), mientras que el sector agropecuario encadena 29 meses de caídas del empleo, con una pérdida de más de 18.000 empleos en 2023. CEPYME advierte también de la debilidad que muestra el empleo en el sector industrial, que desde octubre de 2022 mantiene un ritmo interanual inferior al 2%.

En 2023, el paro se redujo en 130.000 personas, situándose la tasa total en algo más de 2,707 millones. Una evolución que, pese a ser positiva, por cuanto refleja un descenso, no oculta que España sigue teniendo la tasa de paro más alta de la Unión Europea.

La Confederación considera que estos datos reflejan el firme compromiso de las empresas con la creación de empleo, si bien advierte de los riesgos derivados de la creciente incertidumbre y de los incrementos de costes globales y laborales, por el incremento de las cotizaciones previsto para este año y la subida del Salario Mínimo Interprofesional.

Unos costes que están minando la capacidad competitiva de las empresas, especialmente de las pymes, y sus recursos para abordar nuevos proyectos y crear empleo.

Asimismo, CEPYME expresa su preocupación por los efectos que sobre la evolución del mercado laboral tendrán algunas de las medidas adoptadas al margen del diálogo social en los últimos meses, que introducen mayor rigidez en el empleo y que generan una creciente incertidumbre de cara al futuro en un entorno de desaceleración.

Por ello, CEPYME solicita un mayor esfuerzo para apoyar la actividad productiva, creando un entorno más favorable, que incentive la inversión y promueva la creación de empleo, mejorando las políticas activas y reduciendo los obstáculos actuales que, por ejemplo, impiden a muchas empresas cubrir determinadas vacantes, especialmente las de menor dimensión, que cuentan con recursos más limitados. La Confederación insiste en la necesidad de poner a las empresas en el centro de las políticas, como motores del impulso económico, más allá de meros objetivos para incrementar la recaudación fiscal con gravámenes que perjudican y desalientan la inversión en nuestro país.

Fuente: Departamento de Comunicación de CEPYME